En México, decimos que algo es como el "rosario de Amozoc" cuando dura mucho y acaba mal. Voy a relatar el "rosario deAmozoc" que ha sido el registro de nuestros aeródromos. Digo relatar, porque de lo único que tengo constancia por escrito es de mis solicitudes a la autoridad. En marzo del año pasado vencieron los permisos de las siete pistas que estamos operando en los ranchos, que son: Piedras Negras, Ver. (AHO); El Cristo, Tecolutla, Ver. (CRX); San Antonio, Juanita, Ver. (SNX); Finca Lorena, Sayula, Ver. (LON), esta pista opera desde 1958; Finca San José Moralar, Sayula, Ver. (MRR); Rancho Los Pericos, Las Choapas, Ver. (LPX); Rancho el 5 de mayo, Palenque, Chis. (CMF). Dichos permisos habían tenido una vigencia de dos años. Para obtenerlos tuve que cumplir con inÞnidad de requisitos y visitas de inspección que fueron llevadas a cabo por personal de DGAC a costo nuestro. Ilusamente pensé que renovar los permisos era cuestión de hacer una rápida visita en el avión a cada pista para que un inspector local de la DGAC pudiera tomar fotografías y constatar que las pistas se encontraban exactamente en el mismo estado que dos años atrás. Cuando supe que había que mandar la documentación a México, pensé en contratar un gestor para que realizara dicho trámite, pero me encontré con que me cobraba "como un favor" $10,000 por pista. Decidí tratar directamente con la dirección de aeródromos, cuyo personal ya conocía las pistas. Me informaron a través de un FAX de una larga lista de requisitos necesarios para registrar las pistas, por lo que llamé y les dije que se trataba de la renovación de permisos de pistas que estaban en uso, no de nuevos registros y que ellos tenían la información que había mandado dos años antes. Para mi sorpresa, me respondieron que eso ya no contaba, que tenía que remitir de nuevo todo, incluyendo lo siguiente: 1.-IdentiÞcación oÞcial del propietario de aeródromo (certiÞcada). 2.-Acta Constitutiva y Poder si se trata de una persona moral (también certiÞcada). 3.-Carta de no antecedentes penales (original). 4.-Carta de la autoridad municipal indicando que el aeródromo no se encuentra en algún terreno donde se tenga contemplado construir caminos, puentes u otra obra de interés social. (En esto invertí considerable tiempo, dinero y esfuerzo; es un verdadero triunfo convencer a la autoridad municipal, en este caso a las de cinco diferentes municipios, de que Þrmen dicha carta. La ignorancia de las autoridades locales en materia de aviación es enorme y el hecho de oír la palabra "aeropista" y "avioneta" les pone la carne de gallina). Estos documentos también van en original. 5.-Carta de SEMARNAP en la que conste que no se está afectando al medio ambiente, þora ó fauna. (Nuevamente me topé con la ignorancia. Las autoridades locales de SEMARNAP no tenían ni idea de lo que debían hacer, y para decirme esto se llevaron más de un mes. Dos meses y medio después de una nueva petición concreta, me informaron que no disponían de personal ni recursos para llevar a cabo la inspección. Ofrecí pagar todos los costos y viáticos y llevarlos personalmente a cada pista en mi avión. Finalmente aceptaron y despegamos de Jalapa a realizar las inspecciones. Fue un vuelo tranquilo, con la turbulencia normal de nuestra zona, pero al llegar a la segunda pista (AHO) el personal de la SEMARNAP venía terriblemente mareado.. Me dijeron que con lo que habían visto era suÞciente, que no había "bronca" y me pidieron regresar a Xalapa. Un mes después de las "visitas" me entregaron por Þn las constancias). 6.-Planos de Localización y Croquis del aeródromo, indicando la ubicación de un sinnúmero de servicios que debe tener, como equipo contra incendios y ambulancia. (Esto fue fácil, porque ya los tenía, ya que los mismos planos los he enviado tres veces). 7.-Cubrir los costos de inscripción en el registro aeronáutico (¿otra vez?).
Cuando por Þn tuve todo lo que me pedían, lo entregué en México. Semanas pasaron sin respuesta. Cuando pregunté que pasaba, me dijeron que faltaban documentos (que yo había entregado y extraviaron, aunque no lo reconocen). Tuve que certiÞcar y enviar nuevamente actas constitutivas, actas de nacimiento, etc. En lo que me pareció el colmo, me pidieron que volviera a Þrmar las solicitudes de renovación de permisos, ya que las que presenté para iniciar los trámites ¡tenían más de un año de antigüedad! Mientras tanto, a medida que avanzaba el tiempo más impaciente se ponía el ejército conmigo. Me exigían los permisos de la DGAC y (con justa razón) pensaban que me estaba haciendo "pato". En una de las dos visitas de inspección que hicimos a Los Pericos, había soldados parapetados alrededor de la pista. Cuando rodearon el avión apuntándonos con armas de alto poder, el inspector por poco se desmaya. Yo sabía de los soldados estaban ahí, y ellos me conocían, pero aún así nos tuvieron "detenidos" más de dos horas hasta que llegó su "jefe" a dar el visto bueno. Después de este "rosario de Amozoc", a partir del 8 de julio, nuestras pistas quedaron nuevamente dentro de la "legalidad" y oÞcialmente ya no son "clandestinas". La DGAC tuvo a bien otorgarnos un permiso provisional por 180 días naturales para cada una de las pistas (exceptuando la pista de Palenque, a la cual sólo le dio 60 días). Con todo lo que pasé, yo esperaba permisos deÞnitivos o por lo menos por dos años, como los anteriores. Desgraciadamente no fue así y he sido informado que tengo que solicitar nuevos permisos provisionales dentro de los diez días anteriores al vencimiento del período otorgado. Hemos empezado a quitar los obstáculos "provisionales" que puso el ejército y a podar el pasto de las pistas, que ya alcanzaba más de de 1 metro de altura. He sacado veinte copia de las autorizaciones y, en lo que las pistas quedan listas, haré un recorrido por la región para entregarlas a las comandancias militares y policíacas y a las autoridades municipales, como les ofrecí Después de eso, la verdad, no sé que hacer. Ha sido una experiencia realmente frustrante. Traté de hacer todo por la vía legal y personalmente, sin utilizar gestores, y acabé harto. No puedo seguir desatendiendo mi trabajo cada seis meses para dedicarme a tramitar permisos. Tenemos cuarenta años de volar y operar honradamente las pistas de nuestros ranchos y nunca habíamos tenido tantas diÞcultades para mantenerlas en la legalidad. ¿Qué pasa en nuestro nuestro país? ¿Qué podemos hacer para remediarlo? |