El jueves 26 de febrero de 1998, por primera vez en la historia de las celebraciones del Día de la Aviación, un representante de la aviación privada dirigió un mensaje a la comunidad aeronáutica nacional; el cual fue escuchado con atención por el Secretario de Comunicaciones y Transportes, generó notorio interés de los periodistas que cubrían el acto y provocó multitud de felicitaciones de los pilotos comerciales presentes. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Discurso pronunciado, en representación de la aviación privada, por David G. Zambrano Villarreal, durante la celebración oficial del Día de la Aviación, efectuada el 26 de febrero de 1998 en el alcázar del Castillo de Chapultepec.
Señor Secretario, señores miembros del presidium, distinguidos invitados:
Nuestro país, a través de su historia, ha sabido capitalizar los avances tecnológicos. Ha tenido gobiernos y gobernantes visionarios que supieron ver las bondades de nuevas tecnologías y promover su aplicación como detonadores de la economía, no sólo en el área directamente implicada, sino que además, como un efecto multiplicador, desencadenaron un aceleramiento en muchas otras actividades que están relacionadas entre si en una forma más compleja de la que nos imaginamos.
En el campo del transporte, nuestros antepasados fueron pioneros en la construcción del ferrocarril; con eso, no sólo beneficiaron a la industria del ferrocarril, sino que activaron un detonador económico que ha beneficiado por igual a todos los mexicanos desde el siglo pasado.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes, una y otra vez ha identificado atinadamente los avances tecnológicos en el área de su competencia, y ha promovido su utilización y desarrollo estableciendo la normatividad adecuada. Así contamos hoy en día con una impresionante red terrestre de microondas, con dos satélites geoestacionarios de comunicaciones, con telefonía celular que cubre prácticamente el territorio nacional y miles de puntos de acceso a Internet. Siéntase, señor Secretario, orgulloso de encabezar una dependencia que ha sido bandera de nuestro avance tecnológico al tercer milenio, donde la única frontera será nuestra imaginación y nuestra voluntad.
En materia de transporte, la aviación ha sido el mayor desarrollo tecnológico de nuestro siglo. En sólo cincuenta años, la humanidad pasó de elevar tímidamente el vuelo a romper la bandera del sonido; y de aeronaves que apenas soportaban el peso de su tripulante a otras capaces de transportar cientos de pasajeros.
La aviación civil, en la actualidad, está formada por dos grandes segmentos que son complementarios: el de transporte público y el de transporte privado. Las necesidades que satisface uno no puede satisfacerlas el otro.
Hoy en día, puede medirse el grado de desarrollo de un país en función del tamaño de su aviación privada. El mayor crecimiento en este sector se ha caracterizado en los países más desarrollados. En México, esta aviación ha hecho posible que muchas pequeñas poblaciones aisladas por la orografía y extensión de nuestro país se incorporen al proceso productivo, facilitando el aprovechamiento de nuestro vasto recurso agrícola, forestal y ganadero.
En algunos Estados, como los que integran la península de Baja California, la aviación privada ha sido la llave para que un importante y lucrativo sector turístico extranjero se interese en conocer y disfrutar nuestras bellezas naturales.
En fin, para destacar la importancia de la aviación privada en México, baste decir que existen diez aviones privados por cada uno de transporte público.
Me entristece decir, señor Secretario, que la aviación privada mexicana se está viendo seriamente amenazada por los esfuerzos que diferentes áreas del gobierno federal realizan para combatir el tráfico de drogas.
Entendemos y comprendemos la magnitud de la amenaza a la salud y seguridad que el narcotráfico significa, pero pensamos y deseamos manifestarle, que muchas de las medidas que se han tomado han ocasionado un fuerte desaliento al crecimiento de la aviación privada.
Estamos, como todo mexicano orgulloso de serlo, en contra del crimen, pero no podemos justificar que con el argumento de combatirlo se dañe gravemente el segmento de la aviación al que pertenecemos.
Ante esta situación que atañe a su competencia, lo invito, señor Secretario, a que su respuesta, como es característico en usted, sea propositiva. A que la Secretaría a su digno cargo, a través de la Dirección General de Aeronáutica Civil, abandere nuestra causa y defienda este importante sector que es la aviación privada.
Para apoyarlo en ese esfuerzo y liderazgo, los representantes de las principales asociaciones de pilotos y propietarios de aeronaves de la República Mexicana nos hemos reunido en esta fecha para formar una federación de sea vocero de la aviación privada y que sirva como vínculo, interlocutor y apoyo de las autoridades aeronáuticas.
Me complace invitarlo, señor Secretario, igual que al señor Subscretario y al Director General de Aeronáutica Civil, a que se sirvan ser testigos de honor en la constitución de la Federación Mexicana de Pilotos y Propietarios de Aeronaves, asociación civil, filial de la organización internacional IAOPA.
Es nuestro deseo y propósito que los cielos de México se vuelvan más amistosos y seguros para nacionales y extranjeros; que cada poblado y cada ciudad cuente por lo menos con una pista de aterrizaje, que nuestras normas aeronáuticas sean modelo de equidad y que la aviación privada se convierta nuevamente en un detonador del progreso.
Los invito, a todos, a desplegar las alas. Enhorabuena a la aviación privada. Enhorabuena México.